Lean esto tomado del web site:http://www.elciudadano.gov.ec/
Quito (Pichincha).- Un grupo de ciudadanos se auto convocaron mediante las redes sociales a la tribuna de los Shyris para protestar contra lo que ellos consideran restricciones a la libertad de expresión y una supuesta falta de democracia. Al final del acto, paradójicamente, agredieron al equipo de prensa de El Ciudadano.
Encabezados por políticos claramente identificados, como Gonzalo Pérez, el candidato a Alcalde perdedor por el PRIAN, Martha Roldós, Diego Ordóñez, y la presencia de Blasco Peñaherrera Solah, presidente de la Cámara de Comercio de Quito y del periodista Cristian Zurita, los asistentes utilizaron su libertad de expresión para insultar al Presidente Rafael Correa, con epítetos impublicables.
Quienes se ufanan de demócratas y se quejan por una supuesta falta de libertad, hoy utilizaron esa misma libertad para agraviar al Primer Mandatario públicamente y lanzar consignas violentas contra su Gobierno, utilizando expresiones claramente sediciosas.
Por si esto fuera poco, al finalizar su acto, cuando sus convocantes ya se habían retirado, agredieron al equipo de este medio, con una actitud hostil por su condición de medio oficial, tratando de impedir que la cámara registre las últimas imágenes del plantón que no convocó a más de 200 personas, las mismas que aparecen de vez en cuando y no aportan ninguna propuesta que no sea insultar e instar violentamente a que los automotores piten.
En medio de un ambiente caldeado, los ciudadanos trataron de descolocar de forma violenta a la cámara, con insultos y epítetos, lo cual fue controlado por miembros de la Policía Nacional, que resguardó debidamente todo el acto, pese a que impedían el tránsito en una de las avenidas más congestionadas del norte de Quito.
Para estos ciudadanos, que en teoría defienden la libertad de expresión, al parecer ésta no está consagrada ni se aplica a medios como El Ciudadano, que –como cualquier otro canal informativo- efectúa coberturas de prensa y acude a los eventos públicos con el fin de registrarlos y generar información.
Esta actitud hostil y desenfrenada solo deja en claro las verdaderas intenciones de estos grupos que, en su desesperación y odio contra el Gobierno, no tienen mejor argumento que tratar de limitar e impedir la libertad de información de los medios a los cuales no representan ni